METAMORFOSIS DE HOMBRE A MUJER
CAPITULO 25
Confesión.
Franco descendió del automovil, cuando llegamos a aquel
maravilloso mirador del cerro San Cristobal; cuya vista privilegiada
permitía contemplar como aquel atardecer del verano capitalino, moría
para dejar paso al anochecer con un tinte romantico. El,
caballeroso como siempre, me abrió la puerta para que bajara; sentí
nuevamente la briza fresca entre mis piernas mientras me tomaba
de la mano para ayudarme. Sentía que el clima y la escenografía
se habían confabulado muy ad-hoc para la ocasión.
Franco se
notaba nervioso desde que había regresado de su inesperado viaje.
Presentía que algo me ocultaba y que si antes lo había
disimulado para conmigo, era ovbio que que quería desahogarse y
decirme algo que de apoco me había estado insinuando desde los
últimos días.
Mientras caminaba hacia uno de los catalejos
del lugar que permitía tecnológicamente una visión mas espectacular
del paisaje urbano. Sentía una femineidad que me envolvía quizas por
mi ropa que tanto ahora me encantaba usar, quizás por mi perfume
que en mi suave piel se compaginaba en un aroma que se mezclaba a
la perfección con , mi propio olor a mujer.
Franco me miró y creí sentir su voz casi temblar.
- Alejandra, quiero que sepas que todo lo que he hecho a sido sin mala intención.
- ¿De que se trata? ¿Qué es lo que quieres decirme?
Franco tomó aire y miro hacia el horizonte.
- Supongo que estas satisfecha de lo que has conseguido hasta
ahora has demostrado ser una muy buen profesional. Aprovechaste la
oportunidad que se te brindo de la mejor manera. Supongo que
muchos profesionales como tu ambicionan tener esta ocasión que a
ti se te dio.
Franco tenía razón cuando era un hombre antes
de mi extraña Metamorfosis de hombre a Mujer” Nada en la vida
se me había dado satisfactoriamente. No tenía novia. En el trabajo
pasaba desapercibidamente como un captador de créditos financieros
sin un contrato definitivo en aquel banco. Casi no tenía amigos
mi apariencia física no era precisamente la de un galán que
pudiera llegar fácilmente a la conquista de mujeres.
Definitivamente mi vida no era de lo mas exitosa ni entretenida
a pesar de haber conseguido duramente y con mucho sacrificio el
anhelado titulo universitario de ingeniero comercial. Las
oportunidades para crecer profesionalmente en ese lugar eran
prácticamente nulas. Pero todo aquello había cambiado desde aquella
mañana en que me había despertado convertido en esta hermosa
mujer que envolvía mi ser y en cuya envoltura carnal ahora
deambulaba por la vida y que en el poco pasar de los días me
había acostumbrado de tal forma que me comportaba y actuaba
como si toda la vida hubiese sido ella. Lo unico que no se había
borrado de mí eran los recuerdos de mi pasada vida de hombre.
Mudo testigo de quien era yo en verdad o quizas debería decir
de quien había sido.
-Franco ¿Qué me quieres decir?
-Quizas me llegues a odiar. Pero confío en ti . Creo que tus
ambiciones son solo profesionales eso lo sé. De ti se más de lo
que tu crees y quizas más de lo que tu sabes de ti.
- Habla claro por favor.
Franco se arrimo a la baranda de seguridad del lugar y volvió a contemplar el horizonte.
- Te elegí a ti y creo haberte dado las llaves de éxito. Para
conseguir todo lo que una persona de tu clase social hubiese
deseado en lo laboral y economico.
- Si lo sé – le dije – es una oportunidad única y creo haberlo hecho bien.
- ¿Tu trabajo? Si claro que lo has hecho bien has demostrado
ser muy capaz profesionalmente. Pero esto viene de más atrás y tu
lo sabes Alejandra.
- ¿Qué mas sabes de mí?
- Se lo que nadie sabe de ti Alejandra lo que nadie mas sabe de ti.
- Franco…yo.
- Tranquila tu eres ahora una mujer eres biológicamente una mujer
y se que te sientes tal a pesar de que tus recuerdo no se
borrarán nunca de tu mente. Eso yo también lo sé.
No sabía
que decir. No sabía si correr si huir de allí si volver a mi
ciudad natal si abandonar todo lo que había logrado. Mil cosas se
pasaron de viaje por mi mente desde aquella mañana del cambio como
un resumen de una película resumida de toda mi vida.
- ¿Sabes quien soy? ¿Pero como? ¿Por qué?- Le dije tratando que se volteara y me mirar a los ojos.
- Por que yo soy como tú Alejandra, pero con la metamorfosis al reves
Sentí como un escalofrío recorrer mi bella humanidad femenina.
Había llegado el momento de dilucidar todos los extraños hechos
que habían sucedido y que habían cambiado mi vida conduciéndola
por esta nueva senda exitosa.
-Franco que me quieres decir.
-Que yo fui una mujer al igual que tu fuiste un hombre.
Las piernas me temblaban creí traspirar helado no sabía bien si
por la brisa fresca de atardecer o por los nervios que me
trituraban hasta el alma.
- No tenemos forma de probarlo
Alejandra. Si se lo decimos a alguien dirán que estamos locos. Nadie
lo sabe solo tu y yo.
¬- Pero tu ers un hombre no hay nada
que te delate o que insinúe lo contrario tus comportamientos son
exageradamente masculinos.
- También los tuyos Alejandra, Nadie
podría sospechar que fuiste un hombre hasta hace solo unos tres
meses atrás. Mira en lo que te has convertido en una mujer bella
y deliciosamente deseada. Y te lo digo yo, como el hombre que soy
ahora y en el cual me convertí.
Creo que todo lo que ambos
hablabamos era verdad. Nos comportabamos derechamente en lo que
nos habíamos convertido. El como un hombre y yo como una mujer.
En todo este tiempo que lo había conocido jamás demostro un
comportamiento afemeninado que lo hubiese delatado. Las mujeres de la
oficina hablaban de él como si toda la vida hubiese existido
como tal. Al igual que su familia. Bueno y era lógico que así
fuese en mi caso también había sucedido en forma semejante para
todo el mundo era como si yo toda la vida habia existido como
la mujer que ahora era.
-¿Pero por qué nos sucedió esto?
-Es lo que debo explicarte.
-Pero dimelo ya.
- Es lo más difícil de todo esto- El tener que explicartelo.
Las luces de la ciudad se habían encendido y el escalofrío de
las enigmaticas confesiones iluminaban tenuemente los secretos
mutuos que ahora desaparecían.
-Franco, todo lo que haya que decir es mejor hacerlo de una vez.
-Seré sincero contigo.
-Eso es lo que te pido por favor.
-é sincero contigo.
-Eso es lo que te pido por favor.
-Yo pedí este cambio Alejandra. Mi metamorfosis fue por voluntad propia.
-Pero el mío no Franco ¿Sabías eso?
- Si lo sé. Tu cambio fue por mi culpa. Yo te elegí para que
ambos sufriéramos esta metamorfosis. Por que tenía que ser así.
-No entiendo que tengo que ver con esto.
-Necesitaba de ti para continuar esto.
CONTINUARA.
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