lunes, 1 de diciembre de 2014

Historia METAMORFOSIS DE HOMBRE A MUJER capitulo 25

METAMORFOSIS DE HOMBRE A MUJER
CAPITULO 25

 Confesión.




Franco descendió del automovil, cuando llegamos a aquel maravilloso mirador del cerro San Cristobal; cuya vista privilegiada permitía contemplar como aquel atardecer del verano capitalino, moría para dejar paso al anochecer con un tinte romantico. El, caballeroso como siempre, me abrió la puerta para que bajara; sentí nuevamente la briza fresca entre mis piernas mientras me tomaba de la mano para ayudarme. Sentía que el clima y la escenografía se habían confabulado muy ad-hoc para la ocasión.
Franco se notaba nervioso desde que había regresado de su inesperado viaje. Presentía que algo me ocultaba y que si antes lo había disimulado para conmigo, era ovbio que que quería desahogarse y decirme algo que de apoco me había estado insinuando desde los últimos días.
Mientras caminaba hacia uno de los catalejos del lugar que permitía tecnológicamente una visión mas espectacular del paisaje urbano. Sentía una femineidad que me envolvía quizas por mi ropa que tanto ahora me encantaba usar, quizás por mi perfume que en mi suave piel se compaginaba en un aroma que se mezclaba a la perfección con , mi propio olor a mujer.
Franco me miró y creí sentir su voz casi temblar.
- Alejandra, quiero que sepas que todo lo que he hecho a sido sin mala intención.
- ¿De que se trata? ¿Qué es lo que quieres decirme?
Franco tomó aire y miro hacia el horizonte.
- Supongo que estas satisfecha de lo que has conseguido hasta ahora has demostrado ser una muy buen profesional. Aprovechaste la oportunidad que se te brindo de la mejor manera. Supongo que muchos profesionales como tu ambicionan tener esta ocasión que a ti se te dio.
Franco tenía razón cuando era un hombre antes de mi extraña Metamorfosis de hombre a Mujer” Nada en la vida se me había dado satisfactoriamente. No tenía novia. En el trabajo pasaba desapercibidamente como un captador de créditos financieros sin un contrato definitivo en aquel banco. Casi no tenía amigos mi apariencia física no era precisamente la de un galán que pudiera llegar fácilmente a la conquista de mujeres. Definitivamente mi vida no era de lo mas exitosa ni entretenida a pesar de haber conseguido duramente y con mucho sacrificio el anhelado titulo universitario de ingeniero comercial. Las oportunidades para crecer profesionalmente en ese lugar eran prácticamente nulas. Pero todo aquello había cambiado desde aquella mañana en que me había despertado convertido en esta hermosa mujer que envolvía mi ser y en cuya envoltura carnal ahora deambulaba por la vida y que en el poco pasar de los días me había acostumbrado de tal forma que me comportaba y actuaba como si toda la vida hubiese sido ella. Lo unico que no se había borrado de mí eran los recuerdos de mi pasada vida de hombre. Mudo testigo de quien era yo en verdad o quizas debería decir de quien había sido.
-Franco ¿Qué me quieres decir?
-Quizas me llegues a odiar. Pero confío en ti . Creo que tus ambiciones son solo profesionales eso lo sé. De ti se más de lo que tu crees y quizas más de lo que tu sabes de ti.
- Habla claro por favor.
Franco se arrimo a la baranda de seguridad del lugar y volvió a contemplar el horizonte.
- Te elegí a ti y creo haberte dado las llaves de éxito. Para conseguir todo lo que una persona de tu clase social hubiese deseado en lo laboral y economico.
- Si lo sé – le dije – es una oportunidad única y creo haberlo hecho bien.
- ¿Tu trabajo? Si claro que lo has hecho bien has demostrado ser muy capaz profesionalmente. Pero esto viene de más atrás y tu lo sabes Alejandra.
- ¿Qué mas sabes de mí?
- Se lo que nadie sabe de ti Alejandra lo que nadie mas sabe de ti.
- Franco…yo.
- Tranquila tu eres ahora una mujer eres biológicamente una mujer y se que te sientes tal a pesar de que tus recuerdo no se borrarán nunca de tu mente. Eso yo también lo sé.
No sabía que decir. No sabía si correr si huir de allí si volver a mi ciudad natal si abandonar todo lo que había logrado. Mil cosas se pasaron de viaje por mi mente desde aquella mañana del cambio como un resumen de una película resumida de toda mi vida.
- ¿Sabes quien soy? ¿Pero como? ¿Por qué?- Le dije tratando que se volteara y me mirar a los ojos.
- Por que yo soy como tú Alejandra, pero con la metamorfosis al reves
Sentí como un escalofrío recorrer mi bella humanidad femenina. Había llegado el momento de dilucidar todos los extraños hechos que habían sucedido y que habían cambiado mi vida conduciéndola por esta nueva senda exitosa.
-Franco que me quieres decir.
-Que yo fui una mujer al igual que tu fuiste un hombre.
Las piernas me temblaban creí traspirar helado no sabía bien si por la brisa fresca de atardecer o por los nervios que me trituraban hasta el alma.
- No tenemos forma de probarlo Alejandra. Si se lo decimos a alguien dirán que estamos locos. Nadie lo sabe solo tu y yo.
¬- Pero tu ers un hombre no hay nada que te delate o que insinúe lo contrario tus comportamientos son exageradamente masculinos.
- También los tuyos Alejandra, Nadie podría sospechar que fuiste un hombre hasta hace solo unos tres meses atrás. Mira en lo que te has convertido en una mujer bella y deliciosamente deseada. Y te lo digo yo, como el hombre que soy ahora y en el cual me convertí.
Creo que todo lo que ambos hablabamos era verdad. Nos comportabamos derechamente en lo que nos habíamos convertido. El como un hombre y yo como una mujer.
En todo este tiempo que lo había conocido jamás demostro un comportamiento afemeninado que lo hubiese delatado. Las mujeres de la oficina hablaban de él como si toda la vida hubiese existido como tal. Al igual que su familia. Bueno y era lógico que así fuese en mi caso también había sucedido en forma semejante para todo el mundo era como si yo toda la vida habia existido como la mujer que ahora era.
-¿Pero por qué nos sucedió esto?
-Es lo que debo explicarte.
-Pero dimelo ya.
- Es lo más difícil de todo esto- El tener que explicartelo.
Las luces de la ciudad se habían encendido y el escalofrío de las enigmaticas confesiones iluminaban tenuemente los secretos mutuos que ahora desaparecían.
-Franco, todo lo que haya que decir es mejor hacerlo de una vez.
-Seré sincero contigo.
-Eso es lo que te pido por favor.
-é sincero contigo.
-Eso es lo que te pido por favor.
-Yo pedí este cambio Alejandra. Mi metamorfosis fue por voluntad propia.
-Pero el mío no Franco ¿Sabías eso?
- Si lo sé. Tu cambio fue por mi culpa. Yo te elegí para que ambos sufriéramos esta metamorfosis. Por que tenía que ser así.
-No entiendo que tengo que ver con esto.
-Necesitaba de ti para continuar esto.

CONTINUARA.

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