domingo, 30 de noviembre de 2014

Las mujeres guerreras Cap VI

sigourney weaver es  Tranner

Draxen se despertó al sentir el calor del día en su
cara, un nuevo día había nacido después de la tormenta. Se miro de arriba a
bajo y tenia su ropa puesta otra vez. A su lado Helen ya no estaba, asustada
salió a la entrada de la cueva. No quería estar sola no quería que su nueva
amiga se fuera sin ella. Sintió como alguien la cogía fuertemente y le ponía la
mano en la boca, vio que era Helen que le hacia un gesto de silencio.

-Draxen no digas nada, estamos siendo vigiladas.

Draxen miro con miedo a su amiga:

-Vigiladas??

Miro al suelo con miedo, pero si algo le daba fuerzas era
Helen. Era curioso pero le latía más fuerte el corazón cuando estaba junto a
ella.

Helen cogió de la mano a Draxen y la llevo a lo más profundo
de la cueva buscando una salida.

-He podido ver que son unas cazadoras, habrán visto nuestras
huellas.

Una lanza se clavo a los pies de las chicas, Helen levanto
su mirada y vio una de las cazadoras. Puso a su espalda a Draxen y se acercó a
su enemiga. Tras conseguir esquivar un cuchillo ella respondió con un fuerte
puñetazo en el estomago, tras eso una patada en la cara de la cazadora que hizo
que callera al suelo sin sentido.

Helen cogió a su joven amiga de la mano y salió corriendo,
sabia que allí habría una salida, así era pero al ver la claridad del día vio a
un gran grupo de cazadoras, todas ellas armadas con unas lanzas. Las dos chicas
se quedaron inmóviles ante aquello. Esas mujeres vestían con pequeños ropajes
de piel, como nativas en tiempos primitivos de la tierra. Sus rostros estaban
manchados de barro, como cazadoras era perfecto para confundirse con la
naturaleza.

Draxen se fijo en las marcas circulares que tenían en sus
manos y sonrió:

-Son Davian estamos a salvo.

-Espero que tengas razón.

Las dos chicas fueron golpeadas fuertemente en la cabeza por
las cazadoras quedándose inconscientes.

A las pocas horas Helen se despertó maniatada a un enorme árbol,
a su lado estaba Draxen que la miraba con miedo igual que ella estaba atada.
Miro a su alrededor pudiendo ver un enorme poblado de mujeres, una de las
guerreras se acercaba a ella mirando con sorpresa el tatuaje de los marines.
Draxen les comenzó a gritar:

-Ella es buena es una marine.

Las guerreras se sorprendieron al escuchar ese nombre, jamás
habían escuchado ese clan. Decidieron llevarlas a la presencia de su jefa, ella
sabría lo que tendrían que hacer.

Tranner había vivido las batallas mas cruentas de su clan,
sabia lo que era ver a sus mujeres muertas, sabia que era luchar por algo. Sus rostro
marcado por marcas de guerra se resentia un poco por la edad, pero a un era
capaz de coger un cuchillo o una lanza y acabar con el enemigo. Estaba inquieta
últimamente por lo que había escuchado de sus mujeres, bolas de fuego que caían
del cielo. La bruja del clan no lo veía del todo bien y lo teñía todo de
fatalidad.

Se preparaba en la gran cabaña de reuniones para ver a las
extrañas que habían cazado por sus parajes, todo estaba decorado por cientas de
cabezas de animales y huesos gigantescos. Tras el trono una gran hoguera,
Tranner se sentó en su asiento a la espera. Levanto su mirada y vio a su hija
Lennia, un espíritu demasiado libre que no creía en la fuerza y suspiraba por
la palabra.

-Madre que pretendes, culpar a los extranjeros por nuestras
guerras, por las bolas de fuego que han caído.

-Hija mía nuestro pueblo necesita la respuesta en sangre, sí
para tranquilizarlas tengo que matar a una extranjeras las sacrificare………posiblemente
sean unas indeseables Saquian.

Las guerreras arrastraron a Helen a la presencia de Tranner,
veía a la extranjera como luchaba para deshacerse de sus ataduras. Draxen tenía
una cuerda atada en el cuello y seguía los pasos de su carcelera con miedo.

Lennia se sentó cerca de su madre en silencio, observaba a
Helen ya que escondía algo tras su mirada, algo que le fascinaba. Para ser una asquerosa
Saquian era bastante atractiva. Tranner señalo a Draxen ya que mirándola fijamente
a los ojos sabia que era una oscura:

-Dejar a la cría es solo una oscura, un poco mas limpia de
lo normal pero es una oscura.

Draxen callo al suelo mirando a Helen deseando que la
dejaran tranquila:

-Helen es buena me salvo de morir……..

Una de las guerreras señalo el tatuaje de Helen, el tatuaje
de los marines. Tranner se levanto de su trono y se dirigió hacia ella, miro en
silencio la marca:

-Que significa esto, tu de que clan eres……..

-Soy una marine, mi clan esta muy lejos de aquí, mas allá
del cielo y solo estoy yo.

Lennia sonrió con fascinación, su imaginación comenzó a
despegar imaginando que esa mujer podía venir del cielo y de las estrellas.

-Vienes del final del cielo??

Tranner miro a su hija pensativa, la presa le estaba
engañando. Quería tratarles como idiotas, nadie vive en los cielos. Cogió
fuertemente del cuello a Helen y le grito:

-Sera mejor que me digas lo que quiero escuchar, las marines
de donde sois.

-Suéltame maldita bárbara, solo te digo la verdad. Vengo de más
allá del cielo.

Draxen se tiro a los pies de Helen y comenzó a sollozar:

-Helen diles la verdad, no quiero que te hagan daño.

Tranner señalo la salida y grito a sus guerreras:

-Llevaros a la mentirosa a la cárcel y llevaros a la oscura
cuidar de ella.

Lennia miraba a su madre, lo mas seguro que le pidiera ayuda
a la charlatana de Krissner. Esa bruja que siempre estaba alucinando con los
brotes que se tomaba.

-Madre no me digas que vas a dejar tu decisión en manos de
la locura de Krissner, siempre haces lo mismo.

-Ella me aconseja y estuvo conmigo en las últimas batallas,
estuvo conmigo para traerte al mundo. Confió en ella.

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