Ella nerviosa cogió su pechos y se lo miro asombrada y asustada:
-Mis pechos han crecido, son enormes, joder…….
Ella
se levanto de su silla bajo mis sorpresa, ella se desbrocho su blusa
rota y su sujetador salto por los aires por la presión de su pechos.
Elena cogió mis manos y se los llevo a sus grandes senos:
-Es increíbles Carlos, son reales.
De
repente ella me soltó mis manos y se llevo sus manos a su trasero. Le
volvía a pasar lo mismo. Ante mi sorpresa ella avía aumentado de tallas.
Elena se comenzó a quitar la ropa, se comenzó a desnudar para ver cómo
había cambiado su cuerpo. Comenzó a acariciar lascivamente sintiéndose
excitada por su nuevas medidas. Ella me miro como esperando a que a mí
me pasara algo por el liquido. Yo solo estaba excitado y ya sentía más
estrechos mis pantalones. Ella se acerco a mí, acerco su cara a la mía y
me acaricio el pelo. Sentía sus pechos contra mi espalda:
-Estoy desando ver los efectos secundario ya en ti.
Sentí
como algo en mi cuerpo comenzaba a cambiar, sobre todo cuando no deje
de sudar ese extraño liquido rosa por todos mis poros. Comencé a temblar
excesivamente bajo los ojos atentos de Elena. Mi cuerpo se comenzó a
derretir lentamente, hasta caer en el suelo frente a los desnudos pies
de ella. Me transforme en un gran trozo de gelatina rosita sin forma.
Elena se puso de rodillas frente a lo que a hora era yo, hundió sus
manos en la pringosa forma que era a hora. Excitada comenzó a revolcar
su neumático cuerpo contra mí, a bañar sus pechos con mi liquida forma,
podría llegar a sus parte más intimas de sus cuerpo. Ella se sentía tan
bien masturbándose encima de mí y bañando su cuerpo con el líquido rosa
que era yo a hora. Lentamente Elena se levanto dejándome a mi
esparramado por los suelos, me miraba pensando lo que podría hacer a
hora. Sentí como algo me atraía a su cuerpo, no se lo que era. Mi
líquido cuerpo salto y se metió violentamente por su vagina. Ella no
dejo de gritar sintiendo como su estomago comenzó a llenarse lentamente.
Al rato ella estaba sentada en una silla respirando como podía y con
su estomago hinchado como si estuviera embarazada de nueve meses. Se
levanto como podía llevándose las manos a su espalda, solo podría ver
sus grandes pechos y su estomago hinchado:
-Dios estoy embarazada de mi propio estudiante.
Los
días que pasaron Elena había pedido días de fiesta en el trabajo ya que
no se podía presentar a sin al colegio, mucho menos si se había quedado
embarazada en una solo noche, sabía que no lo podría explicar. Elena
estaba tirada en la cama totalmente desnuda, rodeada de toda clase de
consoladores. Miraba su hinchada tripa y esperaba a que sucediera ya
algo. Se llevo las manos a su estomago al sentir fuertes dolores, tras
el dolor comenzó a sonreír, al fin vería lo que se ocultaba dentro de su
cuerpo. Ella abrió sus piernas fuertemente, vio como unas manos se
abrían paso para salir de su cárcel de carne que se había convertido el
estomago de Elena. Esas no eran manos de niño si no de una persona
adulta, deseaba salir de allí para saber cómo sería mi nuevo cuerpo,
quería salir. Elena no dejaba de respirar profundamente, agarrándose
fuertemente a la cama, su cuerpo no dejaba de sudar sin cesar. Conseguí
sacar mis brazos, pude agarrarme de sus muslos para hacer fuerza y sacar
mi cabeza como el resto de mi cuerpo. Pero algo falló al sacar mi
cabeza, aparte de solo escuchar sus gritos, descubrí en que se había
transformado mi cuerpo, a hora era una mujer. Elena miraba con dolor a
lo que salía su cuerpo, era tan grotesco ver a su viva imagen saliendo
de su vagina, como sus brazo se agarraban a sus muslos y como intentaba
comenzar a respirar el apreciado oxigeno que se le había negado tanto
tiempo. Mis grandes pechos se quedaron aprensionados en su vagina no
podía sacarlos. Elena apretó fuertemente sus dientes, sentía como se
llenaban de sangre sus encías, lo hacía para hacer fuerza y sacarme de
ella. Mis pechos salieron con fuerza, mis senos brillaban con el líquido
que rodeaba todo mi cuerpo. Elena estiro sus brazos y agarro los míos
con fuerza, abrí los ojos y al fin pude verla. Ella no ceso de hacer
fuerza para sacarme de su cuerpo. Al salir lentamente cada centímetro de
mi libidinoso ombligo ella se esperaba lo peor, mi culo seria otro
bache para mi salida. Al comenzar a salir mi culo, al fin mi vagina y la
suya se pudieron acariciar lentamente. Al salir mis piernas al fin ella
pudo respirar, se pudo quitar ese extremo dolor de encima. Pero a hora
me observaba dormida a su lado, solo podía ver que era su viva imagen de
18 años, que tenia esas exageradas medidas que ella tenía a hora y que
como podría salir algo tan grande de su cuerpo. No pudo pensar mucho ya
que se desmayo por el extremo esfuerzo.
ES UNA HISTORIA DE UNA AMIGA ES DE
ELIZABETH THOR ESPERO QUE OS GUSTE AQUI OS DEJO EL LINK A SU BLOG NO
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