Al
día siguiente miro a mí alrededor, la veo a ella profundamente dormida.
A hora puedo observar mejor mi nuevo cuerpo, acaricio mi largo pelo
castaño, mi aniñado rostro. Toco lentamente mis grandes pechos
pellizcándome los pezones, acaricio mi interminable ombligo y toco mi
vagina. Era todo una mujer. Levanto mi mirada y veo un gran espejo
delante de la cama. Me levanto, veo mi cuerpo en todo su esplendor.
Comienzo a hacer toda clase de eróticas posturas lanzando besos hacia el
espejo. Miro hacia el espejo, veo como unas manos me rodean lentamente
agarrándome los pechos. Me giro y veo que es Elena que se ha levantado.
Ella está delante de mí observándome de arriba abajo, comienza a
sonreír:
-Eres toda una mujer.
Ella
me empuja lentamente a la cama, me quedo totalmente tumbada delante de
ella. Elena se acuesta a mi lado. Comienza a acariciar mi cuerpo
mientras que yo me quedo inmóvil sintiendo sus suaves manos en mi
cuerpo. Se acurruca junto a mis piernas me obliga a abrir mis piernas
para ver mi vagina para ver si era totalmente una mujer:
-Me
hubiera gustado que hubieras sido un tío con un gran miembro, siendo
otra mujer, siendo mi hermana gemela menor no se qué hacer contigo.
Al
abrir mis piernas observa mi vagina, con sus dedos me abre lentamente
sus finos labios, un extraño gas de color rosita comienza a salir de él.
El gas se mete en su nariz lentamente bajo mis alucinados ojos. Ella se
levanta de la cama llevándose las manos a la cara, yo me levanto y me
pongo a su lado muy preocupada. Ella se quita las manos de su rostro y
las lleva a mi cintura. Nuestros pechos se apretujan entre ellos, miro a
su cara y puedo ver que su rostro a cambiado radicalmente. Se notaba la
lujuria en su cara, me besa sin cesa comienzo a notar su lengua
bailando con la mía, siento como sus manos me aprietan fuertemente el
culo.
-Pero cariño a hora estoy tan cachonda que no me importaría lamer un coño y que me lo laman.
Me
lanza a la cama yo estaba totalmente asustada hacia su violencia, ella
se pone de rodillas frente a mi cintura, me abre las piernas
violentamente. Veo que en una mano tiene un gran consolador que no cesa
de lamer. Coge el consolador y lentamente comienza a penetrarme con él.
Siento un extremo dolor, mis manos agarran fuertemente las sabanas
sudadas de la cama.
-Se ve que eres virgen como mujer, te voy a desvirgar.
Siento
como el gran consolador consigue penetrarme totalmente, ella me lo saca
lentamente ve que el consolador está lleno de sangre como el resto de
las sabanas. La segunda vez que me comienza a penetrar con el consolador
por fin comienzo a sentir placer mis manos van directamente hacia mis
pechos tocándolos sin cesar. Noto que pasa del consolador a usar su
lengua es un placer increíble y tan húmedo. Al pasar las horas ella no
cesa de sobar mi cuerpo con caricias y lametones a penetrarlo de todas
formas, mi culo es una zona donde plantar de uno a dos consoladores
ES UNA HISTORIA DE UNA AMIGA ES DE
ELIZABETH THOR ESPERO QUE OS GUSTE AQUI OS DEJO EL LINK A SU BLOG NO
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