viernes, 21 de noviembre de 2014

Las Mujeres guerreras Cap IV

Gina Cararano es Helen

No pudo dejarla allí, no quería ver como esas extrañas
mujeres devoraban a la cría, delante de la hoguera una extraña idea comenzó a
sonar en su mente. Todo lo que había encontrado por su camino eran mujeres, lo
más normal que acto violento como aquel fuera provocado por un hombre. Veía a
la chica entre las ruinas intentando cazar algo para cocinar. Se escucho un
pequeño quejido de un animal, eso hizo que Helen mirara a Draxen, la chica
había cazado algo con un palo. Se acercó a la hoguera y Helen pudo ver que un
extraño bicho de cientas de patas estaba atravesado con un palo. Draxen como
una experta cocinera de alimañas puso el ingrediente principal al fuego de la
hoguera. Draxen no podía dejar de mirar el tatuaje de los marines que tenia su
heroína en el brazo, tenia mucha curiosidad que era aquello.

-Esa marca que llevas en el brazo, de que clan
perteneces-Eso le intrigaba a Draxen, había visto tantas marcas tribales que
aquello era desconocida para ella.

Helen se lo toco su tatuaje, a hora lucia más pequeño. Al ser
una mujer sus brazo era más pequeño.

-A que clan perteneces a las Davian o las Saquian- Para
Draxen aquellos clanes eran los mas importantes que conocía. Helen ya le había
dicho que no pertenecía a ninguno pero a la jovencita le comía la curiosidad.

-Soy una marine.

-Una marine, donde esta vuestro clan?

Suspiro Helen y
señalo al cielo infinito:

-Mi clan esta muy lejos pequeña.

Draxen saco la alimaña del fuego, estaba bastante crujiente,
la chica le dio un gran mordisco escuchándose como el caparazón crujía como sus
patas en su boca. Helen miro para otro lada asqueada, Draxen con una larga
sonrisa en los labios.

Helen trago saliva y cogió el palo, trago saliva y le dio un
mordisco. Por su mente paso la imagen de cientos de manjares que había probado
en la tierra y extrañamente aquel bicho sabía a pastel de carne.

-Draxen quienes son los Davian y los Saquian.

Draxen se quedo perpleja al escuchar a alguien que no sabia
quien era esos clanes.

-No lo sabes, menudo es tu clan esos de los marines-Draxen
se puso muy seria, lo que iba a contar era una historia que sabia de memoria,
en el fondo en vez de una oscura hubiera
deseado ser una guerrera.

“hace miles de años un dios llamado Krimtons maldijo la tierra, matando a unos extraños
seres llamados hombres, dejando a nosotras como únicas supervivientes. Se
partieron dos clanes de mujeres los Davian y los Saquian. Las Davian luchan por
mantener las tierras y las Saquian por las leyes de Krimtons. Estas ultimas
quieren acabar con las oscuras, si ellas no lo hacen las lideres de mi raza
devoran cada seis años a una chica……….esa fue la que tu salvaste Helen.”

Draxen se quedo en silencio mientras cogía un palo del suelo
y comenzaba a dibujar en la arena un dibujo, en si no tenia sentido pero ella
lo fue describiendo:

-A si comenzó la guerra de las tres lunas, que duros toda
una generación, allí Jeter se hizo la jefa del clan de las Davian después de
una guerra épica. Venció a la déspota Hetrix y de su oscuro mandato.

Draxen lo contaba de corazón ya que su madre le contaba esa
historia por las noches, le contaba como paso todo aquello. Lo contaba con más emoción
ya que Trinae había muerto para protegerla del sacrificio, su madre jamás creyó
en los sacrificios ni tampoco ella.

Después de la noche llena de estrellas y lunas llego una
lluviosa mañana, una de esas mañanas normales en aquel planeta. Antes de
comenzar a llover desproporcionadamente se escuchaban los aullidos de los
animales dela selva. Draxen aquello la despertó y fue a despertar a Helen para
que buscaran refugio, Esta dormía profundamente. Draxen vio una foto que su
amiga tenia cogida con toda su alma. Al coger la foto la miro curiosa, aparecía
la persona que la salvo sonriendo y con una extraña arma entre las manos. Jamás
había visto algo de metal y le recordaba extramente a una lanza. Draxen intento
despertar a Helen cuando comenzó a llover con fuerza, a esta le despertó la
lluvia al mojar su cuerpo.

-Que pasa.

-Vámonos antes que Krimtons siga descargando más odio-La
chica pensaba que todo lo que ocurría en su día a día era hecho por los dioses.

Al levantarse Helen escucho un fuerte ruido y al girarse una
avalancha de agua venida de las montañas se las llevo por delante, parecía que
no tendría solución y morirían ahogadas. Helen consigio agarrase a un árbol,
esta cogió a Draxen de la mano y evito que el agua la arrastrara. Las dos
chicas respiraron con nerviosismo al buscar algún sitio para refugiarse. Una cueva
fue un útil refugio para ella que estaban totalmente mojadas, Helen respiro
profundamente sintiendo que aquel planeta no podría ser mas hostil para ella. Miraba
a Draxen que habia perdido esa capa de mugre, era una chica de piel morena y
pelo castaño. A hora si aparentaba ser toda una adolescente. La veía muerta de
frio y no deseaba que la chica cogiera una pulmonía.

-Quítate la ropa a hora.

-La ropa porque??

Helen sin decir palabra le quito la andrajosa ropa a Draxen,
la fue desnudando lentamente. Esta estaba muerta de miedo y de vergüenza. No sabia
porque le hacia eso. Al estar totalmente desnuda la cría vio como su compañera
se quitaba la ropa.

Los colores de Draxen se le subieron a la cara al ver ese
cuerpo musculado de Helen que al desnudarse la abrazo fuertemente, todo para
que no muriera de frio.

-Sera mejor que estemos así para evitar una pulmonía.

Draxen respiraba lentamente y muerta de vergüenza, sentir el
cuerpo de ella junto a ella sin la barrera de la ropa era tan fuerte para ella,
miraba el rostro de Helen rompiendo su presunta amistad y convirtiéndola en
enamoramiento. Helen no notaba nada de aquello slo quería proteger a la chica.

-Helen en tu clan los marines, tienes alguien
especial-Draxen apoyo su cabeza en el hombro de su amiga.

Helen pensó por unos segundo, alguien especial alguien que
quiso. Extrañamente amaba a Helen antes de su muerte y antes de transformarse
en ella.

-Si pero la perdí hace tanto tiempo.

Helen miro a Draxen y la veía tan a gusto al estar abrazada
a ella, la veía sonriendo al poder abrazarle:

-Pero cría porque preguntas esas cosas…….

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