viernes, 30 de enero de 2015

La formula cap7



La mire lentamente por mi mente paso una idea, seré mas joven pero mejor que ella. Eso era imposible ya que ella siempre me dejaba sin aliento después de follar como locas. Una idea se me paso por la cabeza a toda velocidad allí en la clase estaba ella mi amor. Elena miro mi cara observando mi preocupación, me cogió de las manos y miro a mis ojos con cariños:
-si me cuentas lo que te sucedes, te dejo ser la primera al penetrarme con el gran consolador, todo eso esta noche entre las sabanas de nuestra cama.
Una gota de sudor callo lentamente por mi frente, es increíble que esta tía solo pensaba en sexo las 24 horas del día. Trague saliva y la mire a sus pequeños ojos tras esas diminutas gafas.
-en esa clase esta Érica yo…. Siempre la he querido.
Ella me sonrió acariciándome la cara:
Que va  a tener esa chica que no tengas tú, eres más guapa.
Mire el rostro de Elena y si le quitaba un par de años era mi vivo retrato, era muy atractiva, era arrebatadora pero ella tenía algo que yo no podría tener jamás:
-tú dices eso porque me quieres follar sin cesar. Le conteste.
Sus manos fueron directo a mis grandes pechos y los estrujo entre pequeñas risas:
-tú tienes unos enormes, pechos que yo lamería sin cesar. Pero los de ella son pequeños, no son de mi gusto.
Aparte las manos de Elena de mi busto, mire mis pechos tan grandes como melones o sandias. Me mire el escote críticamente:
Siempre he dicho que mejor pequeñas y divertidas que grandes y aburridas.
Elena se desespero al escuchar mi contestación y prefirió seguir unos pasos más hacia delante de mi encendiéndose un cigarro:
-Que me dices de tu cintura y tu culito. Lo dijo echando el humo de sus pulmones. Yo mire mi cintura y mire mi trasero. Respire lentamente y tuve que contestarle.
-si Elena mi culo es más jugoso y suave.
Ella se acerco a mí y me beso lentamente. Me miro a los ojos y me cogió una pierna flexionándola con fuerza, mi rodilla pegada a su cintura, no cesaba de acariciar mis muslos.
-Tus muslos son deliciosos, mejor que esas ratificas piernas que ella gasta. Ella me hizo que razonara un poco con sus palabras. Tenía razón era deliciosa. Pero si Erika no era lesbiana jamás se fijaría en mí.
Llegamos a la recta final de nuestro camino, ya estamos llegando a la entrada del instituto. Ella entro con mucha confianza, yo entre tímidamente pensando en cómo sería entrar en clase. Estábamos en el límite del pasillo y el principio de mi nueva vida. Mi nueva identidad sería la de Raquel la enchufada de la profesora porque soy su posible hermana. Al entrar pude ver un montón de ojos mirándome de arriba abajo, yo les observaba veía desde a Erika que estaba preciosa, veía a Jessica al lado mi antiguo sitio esperándome. Me dolía tanto la mirada de soledad que trasmitía. Podía observar a Susana la gótica, como a Carmen sonriéndose con una mirada romántica en los ojos. Parecía que se deseaban la una a la otra. Elena poso sus manos en mis hombros y me presento a mis compañeros.
-chicos quiero presentaros a Raquel mi hermana, espero que os comportéis con ella. Yo suspire con fuerza pero con mucho cuidado no quería romper mi apretado sujetador. Elena señalo mi antiguo sitio y me indico que me sentara allí. Al lado de Jessica. Me acerque lentamente a mi nuevo sitio bajo los atentos ojos de Jessica. Al sentarme sentí su enfado cuando levanto la mano para poder hablar con la profesora. Elena le dio la palabra y pudo hablar delante de la clase.
-Se está sentando en el sitio de Carlos, donde esta? Preguntaba preocupada. Elena comenzó a pensar en una buena escusa para darle.
-se ha ido de la ciudad. Contesto sin dejar hablar a Jessica. Ella se enfado bastante y me miro con furia.
-Guapa ten cuidado a ver si te va a reventar una sandia que llevas hay. Esa respuesta fue dura para darme cuenta de que no le gustaba que le quitara el sitio a mi antiguo yo. Hora tras hora de clase mi mirada iba directa a Erika, pase de tener fantasías en las que mi cuerpo masculino se follaba heterosexualmente a ella a sexo lésbico por mi nuevo cuerpo. Al mirar a mi profesora mi amante ella me respondía con un una sonrisa o con un escondido beso.  Al sonar el timbre del patio la clase se vació rápidamente. Yo respire tranquila y me levante lentamente de mi sitio. Elena me cogió de la cintura para no cesar de besarme. Eso me comenzó a relajar bastante y le respondí con la misma pasión. Ella me aparto de su cuerpo y me miro a los ojos.

ES UNA HISTORIA DE UNA AMIGA ES DE ELIZABETH THOR ESPERO QUE OS GUSTE AQUI OS DEJO EL LINK A SU BLOG NO OLVIDEIS COMENTAR ME AYUDARIA A SEGUIR A MI Y A OTROS AUTORES DE TG

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