viernes, 16 de enero de 2015

Las mujeres guerreras Cap XV


emma watson es Draxen


Las Saquian habían comenzado su ataque bajo la sed de sangre de Kreller, tenía tanto odio en su interior que despreciaba a sus contrincantes, su espada se bañaba de sangre y arrebataba la vida de sus victimas. Tranner le lanzo una espada a Helen y esta comenzó a luchar contra las Saquian que se echaban encima. Sara fue desatada y su locura se hizo con ella, solo deseaba apagar la voz de su conciencia que pedía que muriera de una vez. Lennia corrió hacia los establos cogiendo de la mano a Draxen, intentarían proteger a las niñas del poblado de esos monstruos. Helen entre gritos luchaba con todas sus fuerzas junto a Tranner que recordaba viejos tiempos. Sara al ver a su vieja amiga corrió hacia ella blandiendo sus cuchillos, bañados con un potente veneno.

Kreller dio una fuerte patada a Tranner, esta callo de rodillas al suelo. Sintió como el frio acero de la espada de su contrincante le acariciaba el cuello, sentía con dolor como Kreller le cogía del pelo y le soltaba su asqueroso aliento en la cara.

-No será aquí donde quiero que mueras-Dijo Kreller.

Tranner consiguió tirar al suelo a Kreller y esta intento clavarle su espada en el pecho, pero su vieja enemiga conocía todos los trucos de los Saquian, consiguiendo que tirara su espada.

-Las Saquian solo sois salvajes, solo conocí a una honorable y era tu madre……..-Dijo Tranner.

Un afilado cuchillo se clavo en el costado de Helen, sintió como unas gotas de ese veneno se resbalaba por su herida, al girarse vio a Sara sonriendo. Helen intento clavarle su espada pero unas flechas se clavaron en su espalda. Una fuerte patada la lanzo contra el suelo, Helen grito con todas sus fuerzas arrancándose las flechas.

-Este veneno te da una fuerza que va drenando tu vida-Dijo Sara.

Helen se levanto lentamente sentía por unos momentos como su cuerpo se llenaba de fuerza, por sus heridas hacia un extraño liquido verde. La adrenalina se hacia con su corazón en pocos segundos. Corrió hacia Sara dándole un fuerte puñetazo que la derribaba, esta se limpio la boca de sangre.

-Venga Helen descarga todo tu odio contra mi-Dijo Sara.

Sabia que el veneno le estaba consumiendo como una cerilla que ardía con fuerzas antes de apagarse.

Draxen intentaba tranquilizar a las niñas que no dejaban de llorar, mientras que Lennia vigilaba la puerta de los establos para que ninguna Saquian entrara:

-Tranquilas niñas-Dijo Draxen.

La puerta se abrió se golpe con el cuerpo de Sara, Helen con una fuerza sobrehumana la había lanzado con todas sus fuerzas. Ella se asfixiaba lentamente su cuerpo se iba apagando lentamente. Caía al suelo bajo los ojos asustados de Lennia y Draxen. Sara aprovecho para coger a Lennia y prender fuego a los establos. Lennia intento resistirse a esa mujer, pero sus puñetazos eran tan débiles que no pudieron hacer nada contra Sara. Que la cogió del pelo haciéndole mucho daño. Draxen se lanzo a las espaldas de Sara pero esta la lanzo contra el suelo se un fuerte puñetazo.

Sara silbo con todas sus fuerzas, montándose en su montura con una maniatada Lennia que no podía moverse. Kreller miro a Tranner y le escupió en el rostro, subió en su montura y le dio la mala noticia:

-Tenemos a tu hija, solo quiero que mueras en mi territorio. Ven a morir con tus guerreras.-Dijo Kreller.

Las Saquian sobrevivientes huyeron, Sara llevaba a una pasajera muy especial para la guerra.

Draxen con todas sus fuerzas consiguió derribar la puerta de los establos que estaban ardiendo. Consiguiendo que salieran todas las niñas, cogió con todas sus fuerzas la mano de Helen e intento sacarla. Tranner corrió para ayudarla, entre las dos la sacaron. Observaron que sus labios estaban verdes, el potente veneno Gremussen estaba haciendo efecto y quedaba poca vida en el cuerpo de su victima.

-Krissner nos ayudara, ella sabe curar este maldito veneno-Dijo Tranner.

Krissner era la bruja del poblado, generaciones y generaciones de su familia siempre fueron importantes brujas. Tras ellas siempre el destino de su pueblo. Las pinturas de su rostro hacia que nadie supiera realmente su edad, nació el mismo año que Lennia pero no aparentaba tal juventud en su rostro. Semi desnuda y cubierta por la piel de un gran animal preparaba una poción, en su destartalada cabaña. Tranner aprecio ante Krissner llevando en sus manos a Helen que estaba casi muerte, a su lado con miedo estaba Draxen.

Krissner adivino al ver los labios verdosos de Helen que estaba envenenada por Gremussen.

-Ponerla en la cama creo que podre salvarla-Dijo Krissner.

Miro a Draxen y le dio unas órdenes:

-Tu oscura quítale la ropa a la Marine.

Krissner comenzó a bañar el cuerpo de Helen con un aceite de flores. Ese olor se hizo con el lugar.

-Oscura quiero que frotes su cuerpo, el aceite tiene que actuar.

Draxen trago saliva, eso le daba mucha vergüenza. El deseado cuerpo de su amiga en sus manos, pero solo deseaba que viviera. Ese momento jamás lo olvidaría. Krissner comenzó a tatuar letras en las muñecas, pecho y ombligo a Helen. Se arrodillo y comenzó a cantar extraños versos en lenguas ya olvidadas.

Draxen se arrodillo a su lado solo deseando que Helen saliera de aquello.

En esos momentos Helen comenzó a soñar, no estaba entre los vivos ni rodeada de muertos. Solo estaba en otra extraña dimensión, la bruja tenia que volver a traerla de vuelta a casa.

Se despertó, sintió como todo aquello, todo lo vivido hubiera sido un maldito sueño. Se había despertado de un mal sueño, estaba allí en su litera de siempre. Sumergido en el silencio. Su dirección otro maldito conflicto en alguna colonia. Se llevo la mano a la cara sonriendo y por dentro algo apenado. Soñar ser Helen su desaparecida Helen. El tacto de su mano le indicaba que algo le había pasado, ese tacto de piel suave. Esas facciones, eran tan familiares. Acaricio su pecho descubriendo que no se había vuelto otra vez un hombre. Seguía siendo Helen. Pero no estaba en aquel planeta estaba en la nave de los marines. Miro a su lado viendo a un extraño personaje tapado entre las sabanas, se acercó para saber quien era, lentamente le quito las sabanas. No podría ser. Era su parte masculina, le sonreía pérfidamente. Le cogió fuertemente del brazo y los dos cayeron de la litera.

John se poso encima de Helen y le arranco la camiseta con violencia:

-Me recuerdas Helen soy yo tu parte masculina, la persona que deseas volver a ser-Dijo John.



ES UNA HISTORIA DE UNA AMIGA ES DE ELIZABETH THOR ESPERO QUE OS GUSTE AQUI OS DEJO EL LINK A SU BLOG NO OLVIDEIS COMENTAR ME AYUDARIA A SEGUIR A MI Y A OTROS AUTORES DE TG 
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